Hola soy Gema y como sabéis Fernando nos dijo que hiciéramos una carta para no fumar, pues aquí tenéis la mía, una historia real que le pasó a una mujer de Menorca llamada Lena.

Lena era una mujer que tuvo dos hijas Tona y Queta, Lena era una mujer fumadora, no bebía alcohol ni consumía drogas,  pero desde muy jovencita se fumaba un paquete de cigarros diarios.
Yo conocí a Lena cuando ya era mayor, a la edad de 50 años.
Ya a esa edad tenía la piel arrugada y seca y por eso yo pensaba que era más mayor.
A Lena, yo oía que le decían que se tomara medicinas, pero yo sin saber el por qué, hasta que un día me dijeron que estaba en el hospital muy enferma terminal, y ella le decía a Jesús (DIOS) que quería dos cosas:
-Jesús quiero que me lleves ya contigo al cielo
-Jesús quiero que le des mucha salud a mi familia, amigos y conocidos
Al oir esto yo empecé a llorar, porque Lena era mucho para mí:
(Ella había venido conmigo a muchos sitios, y yo con ella, en Gandía y en Ciutadella de Menorca.)
Entonces yo le pregunté a mi madre porque Lena estaba así,  si era por fumar.....
Entonces ella me respondió que las personas fumadoras  más fácilmente pueden ponerse enfermas de cáncer de pulmón.... que las personas no fumadoras.
A los pocos días me dijeron que había muerto, yo apenas tenía 8 años y lloré muchísimo, es más,  no pude dormir en varios días.
Desde entonces la extraño un montón y yo se que nunca voy a probar ningun cigaro.

En la vida seguro que te aparecen montones de gente que ye dice que pruebes un cigarro, pero tú nunca lo aceptes porque sino te engancharás y te provocará hasta la muerte, si habéis leído esto espero que os haya servido de algo en la vida.